Medicina Preventiva
Para asegurar la buena salud de nuestra mascota es importante que esté correctamente inmunizada (vacunada) frente a distintas enfermedades víricas y bacterianas.
La pauta de vacunación varía de unos animales a otros dependiendo de la especie, raza, edad, lugar de residencia, contacto con otros animales, viajes… Su veterinario es quien mejor le aconsejará sobre el plan vacunal más adecuado para su mascota.
Es muy importante remarcar que el animal debe estar sano en el momento de la vacunación. Por eso nuestros veterinarios realizarán siempre un chequeo completo a su mascota antes de vacunarla. Si el animal sufriese alguna patología, el estrés que la vacuna supone para su sistema inmune podría agravar esa patología.
En nuestra Comunidad Autónoma no hay ninguna vacuna obligatoria. En otras comunidades, o si viaja al extranjero (Francia, por ejemplo) sí van a exigirle que el animal se encuentre vacunado frente a la Rabia. A pesar de que la ley no le obliga a ello le aconsejaremos vacunar a su mascota frente a la Rabia, sobre todo en el caso de que viaje o salga a dar paseos a la montaña.
Las enfermedades más importantes de las que podemos vacunar a su mascota son:
En perros
- Parvovirosis canina.
- Moquillo canino.
- Leptospirosis.
- Hepatitis Infecciosa canina.
- Tos de las perreras (en animales geriátricos o con problemas cardiorrespiratorios o que pasen temporadas en guarderías).
- Rabia.
En gatos
- Rinotraqueitis vírica felina.
- Calicivirosis felina.
- Panleucopenia felina.
- Leucemia felina ( en gatos que tienen contacto con otros gatos)
- Rabia (en el caso que el animal tenga que viajar fuera de España).
Parásitos externos
Pulgas y garrapatas y otros como ácaros, Cheyletiella…
El problema que suponen no es sólo el del malestar que pueda generar su picadura; pueden ser origen de alergias, problemas dermatológicos y enfermedades muy graves algunas de las cuales pueden afectar también a las personas.
Nuestro personal le asesorará sobre el tratamiento antiparasitario más adecuado para su mascota
Parásitos internos
Parásitos intestinales, nemátodos pulmonares y otros como la Leishmania o la Filaria
De éstos los más frecuentes son los parásitos intestinales sobre todo en cachorros o animales recién llegados de la tienda, perrera… Para conocer su presencia es necesario realizar un análisis de las heces ( coprológico) y de esta forma tratarlos de la forma más adecuada. Además para prevenirlos y evitar que puedan contagiar a otros animales o a las personas le aconsejaremos realizar tratamientos antiparasitarios 4 veces al año.
Cachorros
En el momento que el nuevo cachorro llega a casa es recomendable una primera visita al veterinario.
En esta primera visita le pediremos que nos traiga una muestra de heces, para comprobar que no hay parásitos y, si los hay, iniciar el tratamiento adecuado.
Comprobaremos, con la documentación que acompañe al cachorro, cuál es su estado vacunal, si tiene puesto el microchip…
Además realizaremos un chequeo completo del cachorro, enfatizando sobre todo en el diagnóstico de los procesos congénitos más frecuentes según su raza, edad…
Y le aconsejaremos en todo lo referente a alimentación, educación…
Geriátricos
El envejecimiento es un proceso biológico NORMAL, NO ES UNA ENFERMEDAD, pero conduce a cambios progresivos e irreversibles en el organismo. A veces a nuestra mascota mayorcita se le escapa el pipí en casa, o duerme mucho o no quiere caminar. Achacamos estos cambios simplemente a la edad pero pueden ser el comienzo de problemas potencialmente tratables.
Para ello hemos creado el chequeo geriátrico que incluye una revisión general completa, medida de la presión sanguínea , examen neurológico y ortopédico y control oftalmológico con medida de la presión intraocular.. Además, una vez evaluado el animal, podremos realizarle las pruebas diagnósticas más adecuadas en su caso (analíticas sanguíneas, ecografías, radiografía, ECG…)
Bucodental
El primer indicio de un problema dental suele ser el mal aliento. El culpable es una infección de la encía (gingivitis), causada muchas veces por la acumulación de la placa dental ( sarro). Esta infección que aparentemente sólo afecta a la boca puede, en ocasiones, llegar a dar problemas en otros órganos (corazón).
Siempre que visitemos a su mascota, revisaremos su boca y le haremos saber si necesita una limpieza dental. La limpieza dental se debe realizar siempre bajo anestesia general. Una vez el animal está dormido e intubado se procede a la eliminación de la placa dental mediante ultrasonidos y posteriormente se realiza un pulido de los dientes para retrasar la formación del sarro.
Leishmania
La Leishmaniosis es una enfermedad parasitaria transmitida por picadura de mosquito. Hasta hace pocos años el Valle de Aran, por su climatología, estaba libre de esta enfermedad, pero de un tiempo a esta parte, por el cambio climático o por la adaptación del mosquito a otros hábitats, vamos detectando cada vez más casos de esta enfermedad en animales que nunca han salido del valle.
La leishmania es una zoonosis, es decir una enfermedad que se puede transmitir a las personas, y, aunque la transmisión es difícil, hemos de tomar precauciones sobre todo en hogares en los que haya niños pequeños o personas inmunodeprimidas.
Hoy por hoy no existe ninguna vacuna que proteja frente a la Leishmania y el mejor arma de que disponemos es la prevención. Primero poniendo a nuestra mascota collares o pipetas repelentes del mosquito que transmite la enfermedad; y después, realizando anualmente una analítica sanguínea para comprobar que nuestro animal no ha tenido contacto con el parásito.
Control de natalidad
Las perreras ya están llenas de perritos y gatitos abandonados; no necesitan que los cachorros no deseados de nuestra perra o gata acaben también allí esperando una adopción que muchas veces no va a llegar.
Seamos propietarios responsables y olvidemos viejos mitos: las perras y las gatas NO NECESITAN parir una vez, la castración no les invalida para cazar, la esterilización no “engorda”…
La esterilización, es cierto, supone una cirugía, pero, a cambio, nuestra perra o gata no va a pasar dos celos al año en los que, o va a tener que estar encerrada, o la van a montar y va a quedar preñada de 6, 8 o 12 pequeños para los que tendremos que buscar propietario. Y nuestro perro o gato no va a escaparse cada vez que huela una hembra en celo, con el riesgo de atropellos y peleas que esto supone.